Felipe Ramos / Vidactual
El Mercurio – Ver NOTA COMPLETA AQUÍ
Popularizada en los últimos años en los Estados Unidos, en Chile acaba de abrir la primera clínica dedicada ciento por ciento a los tratamientos con sueros vitamínicos. Aquí contamos cómo es pasar por esta experiencia.
Durante mis últimos 20 años de vida más o menos he tenido el desempeño de un deportista de alto rendimiento. Ya sea con el físicoculturismo, los maratones de 42 kilómetros o la práctica de ashtanga yoga. Siempre he llevado mi cuerpo al límite, lo que ha hecho que haya recurrido a un largo listado de suplementos deportivos, multivitamínicos, analgésicos naturales y farmacéuticos, además de algunas sustancias de venta no muy permitida, pero que en los gimnasios son más fáciles de conseguir que una botella de agua. Por eso, a estas alturas se podría decir que soy más bien un experto en bioquímica.
Aunque cueste reconocerlo, todo el esfuerzo y el paso de los años ha repercutido en mi cuerpo y en mi salud. Lo primero que debo aceptar es que ya no me recupero como cuando tenía 20 y podía pasar tres horas diarias en el gimnasio. Tras una hora y media diaria de yoga despierto agotado y hace tres meses tuve que operarme el menisco luego de que mi rodilla derecha dijera ¡basta!. En resumen, el cansancio acumulado me estaba pasando la cuenta. Es por eso que ante la noticia de la apertura de la primera clínica que ofrece terapias a través de sueros ricos en vitaminas y minerales decidí probar para ver qué tan efectivo es este tratamiento, que en los Estados Unidos mantiene activas a miles de personas.
Ad portas de los tres días de Lollapalooza, el concierto previo de Phil Collins y los dos posteriores de Gorillaz y Depeche Mode, en lo que tendría que estar parado por largas horas y mantener largas caminatas, concurrí a VitaWellness (www.vitawellness.cl), centro ubicado en Vitacura que es dirigido por el doctor Ricardo Ortega, médico general de la Universidad Mayor, quien estudió en Florida y es miembro del American Academy of Anti-Aging Medicine, la que reúne a los especialistas en terapias contra el envejecimiento.
Aunque había leído sobre los resquemores que existen en torno a estas terapias para personas sanas, en quienes el cuerpo elimina el exceso de vitaminas y que no sería necesario para alguien con una dieta balanceada, quería ver si esta terapia podía ayudar a estar menos cansado y a desinflamar mi rodilla. Es por ello que tras pasar un examen médico requerido, se me suministró un suero que contenía distintas dosis de magnesio, para la recuperación muscular; vitamina C, para estimular el sistema inmune, el colágeno y aumentar la energía; glutamina, para mejorar la musculatura; arginina, que mejora la circulación; carnitina, como quemador de grasas; una serie de aminoácidos; vitaminas B1, B3, B5, B6, para transformar los carbohidratos y grasas en energía, y mejorar el estado cardiaco. Todo esto hace que uno se sienta más despejado y relajado, con más ánimo y pueda recuperarse más rápido.
Si bien luego de estar casi una hora conectado al suero no hay un efecto perceptible inmediato, con el paso de los días pude notar que me sentía menos agotado que de costumbre, y que aunque mantenía molestias en la rodilla, estas eran considerablemente menores a las que estaba acostumbrado. «Las altas dosis de vitamina C se usan bastante en los postoperatorios para ayudar a la recuperación, porque actúan sobre la producción del colágeno», señala Ortega, quien me había dicho que el efecto se iría propagando por mi cuerpo a lo largo de dos o tres meses, dependiendo del estilo de vida que tuviese, pues el tratamiento atacaría la oxidación natural del cuerpo. «Si duermes poco, trasnochas y fumas, la oxidación siempre va a ser mayor. Aunque no podemos evitar la oxidación, pues es algo propio del cuerpo, siempre podemos ralentizarla o disminuirla. Si haces ejercicio, comes cosas con antioxidantes y llevas una dieta balanceada no es necesario hacer una sueroterapia tan seguida», dice el médico, tres semanas después de haberme suministrado el suero.
Con diferentes tratamientos personalizados enfocados en el rendimiento deportivo amateur -en el profesionalismo se consideraría doping, pues implica suministrar vitaminas por sobre la cantidad permitida-, para belleza, antienvejecimiento -en esto no hay limitante de edad- u otros que apuntan a mejorar la vida sexual o incluso disminuir los efectos de un resfriado común, y que van desde los 80.000 a los cerca de 120.000 pesos la dosis, la sueroterapia se ha hecho tan popular que algunas clínicas en Nueva York ofrecen intervenciones rápidas para eliminar una fuerte resaca.
-Hoy en el mercado existe una variedad enorme de multivitamínicos y suplementos en pastillas. ¿Cuál es la gran diferencia entre estos y la sueroterapia?
«A nivel gástrico no existe una absorción total, mientras que vía intravenosa ella es completa. Si llega a haber un exceso, esta se elimina por la orina, evitando el riesgo de una hipervitaminosis. Sin embargo, antes de aplicar cualquier suero hacemos los exámenes correspondientes para saber la historia clínica de los pacientes. Por ejemplo, quien utilice anticoagulantes o una mujer embarazada no puede realizarse una sueroterapia».
-Mañana se corre el Maratón de Santiago, y uno de los efectos comunes en quienes corren los 42 kilómetros, aparte de los dolores musculares, es la baja de las defensas. ¿Cómo beneficiaría a alguien que compite en esta prueba?
«Primero, alguien que corre 42 kilómetros va a tener una deshidratación. Idealmente hay que verlo; sin embargo, si ese paciente no puede orinar, hay que derivarlo a urgencia pues puede tener una rabdomiolisis o una insuficiencia renal aguda. Es por eso que es importante hacerse los exámenes previos, pues las vitaminas no suplen a la medicina tradicional. Ahora, la recuperación va a ser mejor con el suero, pues el corredor se recuperará más pronto».